Una meta sin plan es solo un deseo

 

En más de una ocasión hemos confundido los deseos con las metas, asumimos que son sinónimo o que uno termina siendo lo otro, sin embargo en la vida como en las finanzas personales la forma de hacer que nuestros deseos se conviertan en metas es establecimiento un plan, aquí les compartimos unas interrogantes básicas que nos permitan establecer las metas de ahorro.

¿Para qué queremos ahorrar?
Este es el punto de partida, será indispensable cuestionarnos, analizar y definir lo que se busca y necesita, con ello podremos categorizar, priorizar y tener claro que metas estableceremos para conseguirlas en el tiempo.

¿Cuánto necesitamos ahorrar para lograr esa meta?
Será necesario identificar y conocer el monto total que debemos ahorrar. En este punto será importante examinar alternativas e identificar bien el costo de aquello que deseamos adquirir; asimismo, debemos averiguar si este monto puede variar durante el periodo de ahorro.

¿Cuándo queremos concretar la meta y cuánto tiempo (meses) disponemos para ahorrar?
Es importante analizar y contrastar un plazo de tiempo que nos permita identificar cuándo es que queremos hacer tangible lo deseado, y los meses que se requerirán para lograr conseguir lo que nos proponemos. Este punto está directamente relacionado con el paso final.

¿Cuánto tendremos que ahorrar al mes?
Luego de haber identificado y recopilado toda la información anterior estaremos en la capacidad de calcular el monto mensual que se requiere guardar de nuestros ingresos mensuales o generar de manera adicional a fin de lograr las metas previstas.

Es necesario recordar que para establecer una meta, esta deberá reunir características precisas:

Medible: Debe poder medirse, en nuestro ejemplo es saber cuánto dinero necesitamos para lograrla.

Específica: Se debe establecer con precisión lo que queremos conseguir para no dejarlo en temas generales, de lo contrario no sabremos cuando se puede alcanzar.

Temporal: Debemos fijar un tiempo determinado para alcanzar la meta.

Alcanzable: Debe ser una meta realista, no debemos plantearnos metas que no podamos lograr en el tiempo establecido.

Si planificamos e identificamos nuestras metas empezaremos a lograr lo que nos hemos propuesto.

El único obstáculo para que se logre lo que nos proponemos seremos nosotros mismos.

Fuente : Walter Eyzaguirre (Diario Gestión)