Tienes una fecha límite; sin embargo, en lugar de hacer tu trabajo estás jugando con cosas diversas como revisando el correo electrónico, medios de comunicación social (Facebook, Twitter, etc.), viendo videos, blogs y foros. Sabes que deberías estar trabajando, pero no tienes ganas de hacer nada.
El psicólogo Dr. Bruce Liese describe la procrastinación como el hecho de evitar nuestras obligaciones; es simplemente postergar lo inevitable. Si esperas hasta el último minuto para comprar un regalo de cumpleaños para tu hermana, lo más probable es que sientas estrés y no disfrutes del proceso de compra. Todos sabemos lo que se siente procrastinar, porque todos lo hemos hecho. Resulta que nuestros cerebros están diseñados para dilatar. Cuando hacemos planes para el futuro, usamos la corteza frontal de nuestros cerebros, pero cuando llega el momento de llevar a cabo esos planes, el sistema límbico se involucra.
Todos estamos familiarizados con el fenómeno de la dilación. Cuando procrastinamos, desperdiciamos nuestro tiempo libre y retrasamos las tareas importantes que debemos hacer hasta que es demasiado tarde. Y cuando es realmente demasiado tarde, nos aterramos y deseamos haber empezado antes. Los procrastinadores crónicos pasan años de su vida encerrados en este ciclo (Retrasar, postergar las cosas, aflojarse, ocultarse del trabajo, enfrentar el trabajo sólo cuando es inevitable), repitiendo este bucle infinito. Es un mal hábito que nos come y nos impide lograr mayores resultados en la vida.
No dejes que la procrastinación se apodere de tu vida. Aquí, podrás ver 6 pasos para superar la dilación con gran éxito.
Deja de pensar y sólo comienza
Ok, sé lo que estás pensando: ¡obviamente el primer paso es empezar! Pero pensar en iniciar no es lo mismo que hacer la tarea. Es hora de poner manos a la obra; aunque no lo creas este paso es el más difícil.
Una vez que comienzas una tarea, también cambias tus percepciones de ti mismo. ¿Por qué? Cuando comienzas algo, incluso si no lo terminas, habrás hecho un cierto progreso y esto te servirá como impulso. Habrás ganado confianza, ejercido el control, y al hacerlo tal vez incluso efectúes un cambio duradero en la forma de abordar las tareas, proyectos y plazos.
Al final, se reduce a tomar medidas. Puedes hacer todas las estrategias, la planificación y la hipótesis, pero si no tomas medidas, nada va a suceder. Si sigues quejándote de tus situaciones, pero te niegas a tomar medidas al final del día nunca conseguirás el éxito. Sea lo que sea que estés dilatando, si deseas hacerlo, necesitas tener control sobre ti y comenzar desde ya; basta de pensar y pasa a la acción de una vez por todas..
Divide tu trabajo en una lista de pequeñas metas a cumplir
Parte de la razón por la que procrastinamos es porque subconscientemente, encontramos el trabajo demasiado abrumador para nosotros. Divídelo en pequeñas partes, luego céntrate en una parte a la vez.
Si todavía procrastinas en la tarea después de dividirla, puedes seguir subdividiendo las tareas. De esta forma, tu tarea será tan simple que estarás pensando: “¡esto es tan simple que yo también podría hacerlo ahora!” Por ejemplo, si estás elaborando un informe para tu jefe, puedes subdividir la tarea de la siguiente manera:
- Investigar
- Decidir cómo abordar el tema
- Crear el esquema del tema
- Redacción del contenido
- Revisar los puntos, etc,
De repente parece muy manejable. Lo que debes hacer es centrarte en la fase inmediata y hacerlo a tu mejor capacidad, sin pensar en las otras fases. Cuando la completes, pasa a la siguiente.
Fija de inmediato un horario para realizar cada meta
Tener sólo 1 plazo límite para tu trabajo es como una invitación abierta a postergarlo. Es porque esto nos genera la impresión de que tenemos tiempo y seguimos dejando todo para después, hasta que es demasiado tarde. Analiza tu proyecto (ver el punto # 1), luego crea una línea de tiempo general con plazos específicos para cada pequeña tarea. De esta manera, sabrás que tienes que terminar cada tarea para una cierta fecha.
Tus líneas de tiempo deben ser justas; porque de esta manera, si no terminas algo por hoy, vas a poner en peligro todo lo que has planeado después de eso. Lo que creará en ti la urgencia de actuar.
Siempre comienza con la tarea más difícil del día
Si haces tus tareas difíciles primero, tus otras tareas no parecerán tan malas. Después de todo, luego de comer una rana, incluso algo sólo un poco más apetecible parecerá francamente delicioso.
Olvídate de la perfección, los errores se pueden corregir después
Hay momentos donde la perfección no es posible, y quizá deberás avanzar. No significa que tengas que entregar una tarea mal hecha. El avanzar a la siguiente tarea puede clarificar tus ideas. Luego, que aclares tus pensamientos podrás regresar a la anterior y mejorarla.
Consigue un compañero de rendición de cuentas
Dile a otra persona acerca de tus metas. Esto servirá como un medidor de avance e impulsador para abandonar el procrastinar. Dile sobre tus proyectos, los pasos que estás emprendiendo para llevarlos a cabo; Ahora cada vez que la veas, estará obligada a preguntarte sobre tu estatus en esos proyectos. Es una gran manera de mantenerte responsable ante tus planes, plazos y logros.
Busca a alguien que ya haya logrado resultados, alguien inspirador. ¿Qué es lo que quieres lograr, y quiénes son las personas que ya han logrado esto? búscalos y conéctate con ellos. Si esta es la persona que eliges como compañero de rendición de cuentas; mucho mejor, ya que te impulsará a lograr tus objetivos y te brindará las herramientas para conseguirlos.
Al final del día, nuestro tiempo es nuestro bien más preciado; el tiempo con amigos y seres queridos es algo que nunca regresará. Tu vida es demasiado valiosa para desperdiciarla en cosas insignificantes. Desde hoy lo que hayas estado posponiendo, siéntate y comiénzalo.
Fuente : Escuela de Millonarios