Una de las opciones de inversión inmobiliaria más comentadas últimamente es la destinada al alquiler de la vivienda. Invertir en inmuebles para alquilar es una siempre ha sido una forma de obtener ingresos pasivos a un plazo indeterminado gracias a la adquisición de propiedades que se destinan al arrendamiento. Estas operaciones tienen varias ventajas, ya que facilitan beneficiarse de las deducciones fiscales y conseguir aprovechar el aumento del precio de las viviendas.
Sin embargo, como cualquier tipo de inversión, también implica una serie de riesgos y desafíos, sobre todo si se hace por cuenta propia y sin asesoramiento de profesionales. Falta de liquidez, endeudamiento, burocracia, etc., son algunos de los inconvenientes de esta modalidad. Para ahorrarse este tipo de trámites y problemas que suelen llevar bastante tiempo resolverlos, muchos inversores se pasan a modalidades más inmediatas, como el crowdfunding inmobiliario.
Te queremos dar algunos consejos sobre los pasos que cualquier persona debe hacer para invertir en inmuebles para alquilar, que además son útiles para plantear cualquier operación de inversión en viviendas.
Lo primero que se recomienda hacer es definir cuál es tu perfil de inversor y el objetivo de la operación. No se deben seguir los mismos pasos para obtener una rentabilidad a corto plazo que a largo plazo. Por lo tanto, te recomendamos analizar el mercado, así como la demanda y la oferta de la zona que desees.
En segundo lugar tienes que buscar la financiación adecuada para la compra de la vivienda. Hay varias opciones, como el tradicional crédito hipotecario, el capital propio o el crowdfunding inmobiliario, donde la suma de varias inversiones pequeñas permite alcanzar grandes proyectos. Cada una tiene sus ventajas e inconvenientes, por lo que hay que compararlas y elegir la que mejor se adapte a las necesidades y capacidades del inversor/ comprador.
Lo tercero que debemos hacer es elegir el inmueble que se va a comprar. Como ya hemos dicho, se tendrá en cuenta la ubicación, la superficie, distribución, calidades, los gastos, los impuestos, etc. Además, hay que valorar si queremos comprar un inmueble nuevo o de segunda mano, en este segundo caso, es probable que sea necesario hacer algún tipo de modificación o reforma.
En último lugar, hay que gestionar el alquiler del inmueble. Para ello, debemos fijar un precio adecuado al mercado y a las características del inmueble, así como difundir el anuncio. Cuando esta parte ya esté resuelta, solo quedará seleccionar los inquilinos y formalizar el contrato de arrendamiento siempre acorde a las obligaciones legales. Con el contrato vigente, será necesario estar pendiente y ocuparse del mantenimiento y resolver cualquier incidencia o conflicto que pueda aparecer con el paso del tiempo.